Una colilla sin dueño (Incendio Tafalla) - DNoticias

La principal hipótesis del origen del mayor incendio de Navarra de los últimos 30 años sigue siendo la de un cigarro que fue lanzado presumiblemente por el ocupante de un vehículo que circulaba por la AP-15 y que prendió en la mediana a la altura del kilómetro 54 en sentido norte. La evidencia será remitida durante los próximos días por la Policía Foral a un laboratorio especializado para buscar restos de ADN, una labor harto difícil dadas las condiciones a las que fue sometida la boquilla y que tampoco garantiza identificar al responsable.

El Grupo de Investigación de Delitos Medioambientales de la Policía Foral es el encargado de llevar a cabo las pesquisas sobre el siniestro y en estos momentos, según fuentes del Cuerpo autonómico, se descarta “la participación de maquinaria, medios voluntarios o imprevistos” que pudieron originar el incendio, dado que la única fuente de calor hallada en el foco inicial fue la mencionada colilla (fueron localizadas otras dos, pero se descartaron).

Tras ser custodiada, la colilla será remitida al laboratorio de Nasertic (Navarra de Servicios y Tecnologías), en Villava, donde se analizará si es posible extraerse algún perfil de ADN con calidad suficiente, “cuestión de por sí difícil ya que el cigarro ha sido sometido a altas temperaturas y la saliva sufre deterioro y degradación en forma de evaporación, etc”.

En el caso de conseguir una muestra de ADN dubitada (“con dudas, porque no sabemos a quién corresponde”) habría que cotejarla con el CODIS (Combined DNA Index System), que es una gran base de datos “indubitados” (“sin dudas, con ADN identificado”), nacional e internacional, en la que se insertan perfiles de ADN de personas detenidas, no de todas, sino de aquellas que han tenido relación con delitos en los que las muestras biológicas han sido determinantes para las investigaciones y sus esclarecimientos, como agresiones sexuales (“a un imputado de tráfico no se le toma muestra, por ejemplo”, explican).

Desde la Policía Foral admiten que “aunque sepamos por las cámaras los vehículos que han pasado por ese punto habría que llegar a quién conducía, qué ocupantes llevaba, etc. Y un juez no va a autorizar tomar muestras de saliva a todos ellos si hubiera que cotejar el teórico ADN de la colilla”. Reconocen que tampoco “hay prueba testifical, es decir, nadie vio arrojarla, no como pasó el domingo en Erro y una mujer quiso denunciarlo”.

En este sentido, señalan que “es difícil imputar el delito si no hay un fotograma evidente que el juez dé por válido. Por eso la investigación va a ser larga, dura, laboriosa y de resultados imposibles de prever”. De momento los agentes continúan analizando las imágenes y se ha tomado manifestación a trabajadores de mantenimiento que estaban cerca del incendio. Ninguno de ellos ha puesto objeciones a los investigadores para facilitarles muestras de saliva en caso de que fuera necesario.

Fuente: Diario de Noticias de Navarra. Web / PDF