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Objetivo: identificar al camionero Andrezj

26 Marzo 2021

El hallazgo de un cuerpo carbonizado en la cabina incendiada de un camión en Zuasti implica una cascada de gestiones hasta certificar que es el cadáver de su conductor, un polaco de 62 años. Desde NASERTIC estamos haciendo la comparativa de ADN con la familia para certificar.

Cronológicamente, el atestado policial por la muerte de una persona hallada carbonizada en la cabina de un camión el pasado sábado en Zuasti tiene como primera referencia temporal las 22.38 horas de esa noche. En ese momento quedó registrada la primera llamada alertando por un incendio activo en ese punto, según consta en el Centro de Mando de Coordinación (CMC) de la Policía Foral.

El arranque pues, está muy claro. En contraste, el punto final a ese atestado tardará en redactarse. Su elaboración se complicó desde el momento en que, 22 minutos después, sobre las 23 horas del sábado, el responsable de bomberos comunicó a la policía el hallazgo de un cuerpo calcinado en el vehículo. Se confirmó apenas diez minutos más tarde, relata el responsable de Tráfico de la Policía Foral, José Antonio Gurrea. “El equipo de Atestados queda a cargo de investigar las causas de lo ocurrido, mantener informado al juez y seguir sus indicaciones”. ¿Quién es esa persona que ha perdido la vida en un fuego en un parking de camiones próximo a la gasolinera, en término de Iza, junto a la AP-15? ¿Qué le ha ocurrido? Son las claves que centran la investigación.

Los agentes comienzan la labor de recabar todos los datos. Identifican y toman declaración a los camioneros que se encontraban junto al camión y avisan a los compañeros del equipo de Criminalística, que se desplazan hasta el lugar para recoger vestigios del fuego y del cuerpo. A las 2.40 horas el cuerpo se traslada al Instituto Navarro de Medicina Legal, donde se le realizará la autopsia. La forense, que entre otras acciones intentará delimitar la causa de la muerte, informará posteriormente a los policías de que se ha logrado extraer ADN, lo que facilitará la labor de identificación de la víctima. Paralelamente, investigadores de atestados intentan localizar a la persona de contacto en España de la empresa TPG (Trans Polonia Group) cuyo logo aparece en la cisterna del camión. Pero es fin de semana y no resulta sencilla dar con alguien. En los teléfonos fijos no contesta nadie y a través de correo electrónico se consigue un móvil. Como no coge nadie, se le deja un mensaje en whatsapp. A la vez, se contacta con el consulado de Polonia en España, al que se pone al tanto de la situación. Para estas gestiones se contó con el servicio de traducción de una empresa, Seprotec, también localizada desde el CMC.


El domingo, alguien responde el teléfono en el que los agentes habían dejado un mensaje. El conductor del camión que consta en sus registros (remiten por mail la documentación) es un varón de 62 años nacido en Chorzow, Polonia, que tenía por encargo transportar 18 toneladas de látex desde Bélgica hasta la empresa Tufting, con sede en Borja (Zaragoza). El objetivo ahora es verificar que los restos hallados en la cabina son los de este hombre, de nombre Andrezj. Está casado y tiene un hijo, lo que puede ayudar a despejar la incógnita. Desde la empresa Nasertic, cuyo laboratorio trabaja con el equipo de Criminalística de la Policía Foral, se prepararán para la comparativa. Los investigadores ya avisaron al enlace de Policía Foral en Madrid, para que a su vez contactase con la policía polaca de cara a obtener el ADN de un familiar y así cotejar la identidad. Lo que esta fase pueda alargarse determinará cuánto tiempo pase el cadáver en Navarra. Hasta que no haya una identificación plena, no se repatriará, previa autorización judicial, indica Gurrea.

La familia del conductor tuvo conocimiento de los hechos la tarde-noche del domingo. “El nombre ha sido una pista clave. Poder extraer ADN también. Si no, puede volverse muy complicado. La gente ve películas y se cree que te encuentras unos dientes y ya los pasas por el ordenador y te sale la ficha de la persona. Ojalá fuera así de fácil”, explica Gurrea. Si el ADN coincide, habrá una víctima con nombre. Si la investigación concluye que todo fue un accidente fatal, podrá cerrarse el atestado. Mientras tanto, los investigadores seguirán trabajando para poder rubricar ese punto final.

Fuente: Diario de Navarra

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