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El sentido común: la mejor herramienta para el teletrabajo

21 Abril 2020

El pasado viernes 13 de marzo de 2020 quedará señalado en nuestros calendarios para siempre. Se decretaba el estado de alarma por la pandemia del COVID-19 y de repente, además de nuestra vida personal, nuestra vida profesional daba un vuelco. Íbamos a comenzar a “experimentar” el teletrabajo de forma masiva y sin periodo de adaptación previo, partiendo de un escenario en el que tan solo 4 de cada 100 personas (según datos de Eurostat) a nivel nacional trabajan habitualmente desde su domicilio antes de esa fecha.

 

Según Boston Consulting Group, en la actualidad somos más de 300 millones de personas en todo el mundo utilizando plataformas de teletrabajo, una gran brecha potencial para los ciberataques y aliciente para ciberdelincuentes. 

La Dirección General de Telecomunicaciones y Digitalización del Gobierno de Navarra (DGTD) había preparado plataformas de contingencia para diversos escenarios. En una demostración de eficacia y eficiencia de implementación, además del incansable trabajo del personal de la DGTD, si el viernes saltó la alarma, el domingo más de 170 personas de las sociedades públicas estandarizadas al modelo de Gobierno de Navarra ya teníamos acceso mediante escritorio remoto a nuestro ordenador profesional.

En apenas otra semana, más de 600 empleados/as de CPEN estábamos conectados/as a través de las plataformas de teletrabajo habilitadas por la DGTD. Fueron días de aplicar protocolos informáticos a contra reloj, de numerosas llamadas y consultas para solucionar incidencias por la falta de hábito, desconocimiento y la necesaria adaptación de diversidad de casuísticas y equipos a una nueva forma de trabajar… se abrieron y gestionaron cerca de 350 tiques en el CAU relacionados con teletrabajo para integrantes de CPEN. La coordinación de CPEN y de Nasertic con la DGTD fue fundamental para ordenar un proceso complejo por el gran número de usuarios, casuísticas y la urgencia de la situación. El proceso, ni mucho menos ha finalizado, y ya se está trabajando en la vuelta a la normalidad cuando las autoridades den por finalizado el estado de alarma por el COVID-19.

En “el mientras tanto”, la actualidad se ha centrado también en la importancia estratégica de la tecnología en esta pandemia, en la necesidad de extremar las precauciones, en las estafas masivas de los hackers, en noticias del robo de datos de aplicaciones de videollamada, etc., porque nuestros hogares se han convertido en una extensión de las oficinas.  

#LaSeguridadEresTU

De alguna forma, cada uno de nosotros/as nos hemos convertido en “agentes de la ley cibernética” dado que podemos comprometer la información y datos de nuestras empresas, proveedores y clientes si no actuamos con responsabilidad. Hemos tomado conciencia, abruptamente tal vez, con unos datos que realmente abruman. En las últimas semanas las cifras han aumentado drásticamente, alcanzando un pico máximo de 5.000 ciberataques el pasado 28 de Marzo y estableciendo una media diaria de 2.600 ataques, según expertos de Check Point Software Techologies.

Los ciberataques más utilizados en estas últimas semanas son dos viejos conocidos como el phishing (suplantación de identidad de una persona, empresa o servicio de confianza para hacer que la víctima realice acciones que no debería hacer) y la creación de dominios falsos o maliciosos. En las dos últimas semanas de marzo, se crearon más de 30.100 dominios relacionados con el Covid-19, de los cuales 131 eran maliciosos (0,4%) y 2.777 eran sospechosos y estaban bajo investigación (9%). Desde el principio de la pandemia se han registrado más de 51.000 dominios relacionados con el Covid-19.  

¿Quién no ha recibido un correo con un logo “oficial” sospechoso? ¿Quién no ha comenzado de repente a recibir una demanda de claves y contraseñas atípica? ¿Y publicidad extraña?... Desgraciadamente, los hackers están haciendo su agosto en esta situación de crisis y aunque nunca estaremos a salvo al 100%, el trabajo en colaboración entre la DGTD, CPEN y NASERTIC refuerza la vigilancia y lo pone más difícil.

La digitalización masiva y rápida conlleva riesgos que han de minimizarse desde un punto de vista de infraestructura, pero también desde cada uno de nosotros, tomando conciencia y adoptando las medidas básicas aplicables también a la vida cotidiana como la gestión de nuestras contraseñas, estar alertas ante correos sospechosos o de remitentes desconocidos, mantener las aplicaciones actualizadas, no facilitar usuarios o contraseñas a nadie, evitar navegar por páginas no seguras o de dudosa reputación…

Nos preguntan constantemente cual es la mejor herramienta para potenciar la ciberseguridad. Afortunadamente, la tenemos cada uno/a, nuestro sentido común. Se ha hecho muy popular en Twitter el hastag #LaVacunaEresTU… en este caso del teletrabajo, #LaSeguridadEresTU

Fuente: cpen.es

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